La actriz Autrey Tautou, más conocida como “Amélie”, ha protagonizado una película sobreCoco Chanelque se estrenará el 22 de abril de este año.
¡Y no sólo eso! También actúa en el nuevo anuncio de Chanel No.5, dirigido por el cineasta Jean-Pierre Jeunet, que realizó el spot de Nicole Kidman.
El anuncio del perfume narra el encuentro entre dos desconocidos que se conocen enel Orient Express cuando viajan de París a Estambul. Se estrenará el próximo 5 de mayo, justo en el 88 aniversario del nacimiento del perfume y casi cinco años después del spot protagonizado por Nicole Kidman. Estas son algunas imágenes del spot:
No contaba con eso. No contaba con que las siete y media de la mañana, el aire de Cartagena de Indias fuera el mismo que me había recibido diez horas antes en el aeropuerto: un aire denso, espeso y húmedo. A las nueve y cuarto ya estaba derrotado, parado en medio de una calle agitada. “Va, renuncio a conocer Cartagena, otro año será”, y levanté el brazo para detener el taxi.
-Al hotel Caribe, por favor.
-Sí, señor. ¿Americano o alemán?
Mira éste, pensé. Ya empezamos. Se ve que conoce bien a los españoles y sabe con quién debe confundirnos. Reconozco que me dejé llevar por los prejuicios que me obligan a desconfiar de los peluqueros y de los taxistas. Son dos gremios que siempre te dan la razón, aunque les diga lo contrario de lo que piensan. Me equivoqué una vez más. Eduardo, el taxista, me convenció para que visitase la ciudad con él, por un precio muy bajo, que incluía el viaje hasta el aeropuerto.
Callejeamos por el casco antiguo, recorrimos las murallas y nos fuimos a comer a La Boquilla.
-¿Pero, qué es eso de La Boquilla, Eduardo?
-Una vaina típica de aquí.
-Pues vamos.
Y La Boquilla, gracias a Dios no era una vaina para turistas –de hecho no había ninguno-, sino una playa enorme de accesos estrechos y atascados por algún autobús.
Diluviaba. Recorrimos la calle de arena en taxi. Eduardo buscaba un lugar que no encontró. A mí todos me parecían iguales. Eduardo pidió:
-Arroz con coco y cerveza fría.
-Lo mismo para mí.
Eduardo hablaba sin parar, quería asegurarse de quién era, qué hacía, adónde viajaba…
-Pues cuando vaya usted a Nueva York, tiene que llamar a mi esposa.
-¿Vive en Nueva York?, ¿están separados?
-No, no, no estamos separados, pero tenía que comprar un carro nuevo y surgió la necesidad de un trabajo de un hotel de Nueva Jersey. Un familiar que trabajaba allí nos avisó que había un trabajo, y decidimos que ella fuera ocho meses para juntar la plata. ¿La llamará usted?
-Pero Eduardo, ¿Yo qué voy a decirle?
Usted la llama: “¿Doña Carmen Salcedo?”. Y entonces ella s extrañará: “¿Quién es?”. (Decía todo esto sin mirarme, soñándolo). Y usted: “De aquí, de Nueva York”. Y ella se asustará y dirá: “¿Quién llama?” Y usted: “Eduardo Pastrana”.
-¡Pero hombre, cómo voy a decirle que soy usted!
-Y entonces ella dirá: “¿Eduardo?”. Y usted le dice: “Bueno, soy un señor español muy importante, y Eduardo me hizo un servicio muy bueno en Cartagena.” Y entonces ella: “¡Ay! ¿Y qué dice Eduardo? ¿Cómo está?”.
Se puso entonces las gafas de sol, como quien se pone un vestido para tapar sus vergüenzas. Aclaró la garganta y siguió hablando muy despacio.
-Entonces usted le dice: “Eduardo me manda decir que la quiere mucho, y que está muy arrepentido de haberla dejado marchar y que…
Estábamos mojándonos, pero no nosmovimos. Él seguía dictándome una llamada telefónica a su mujer. Y yo me sentía un imbécil ante aquel hombre arrepentido. Hubiera querido robarle alguna parte de su sufrimiento.
Eduardo, lo siento. Nadie contestó las llamadas telefónicas que hice a ese número desde Nueva York. No te he fallado. Te aseguro que siempre llamé a las horas que me dijiste.
Durante la Segunda Guerra Mundial, lejos de África, Isak Dinesen: "La gente trabaja mucho para asegurarse un porvenir, yo daba a mi mente trabajo y preocupaciones, en mi intento de asegurarme el pasado" (Sombras en la hierba)
Y, es que han hecho más por mí las novelas que los libros de texto...
"No se trata de máximas, chistes o vulgarismos en un sentido estricto, sino de palabras, frases y analogías que evocan una sentimiento de honestidad y de sencillez y que llegan al alma. Suelo tropezarme con ellas en las historias de los periódicos o en una conversación casual. Las archivo en mi carpeta y, a veces, alguna de ellas vuelve a salir a la luz en un anuncio al cabo de los años". LEO BURNETT (1891-1971)