15 de septiembre de 2009

“In an Absolut World”


Los anuncios de Absolut Vodka tienen una larga tradición de aciertos. Pero, personalmente, pienso que éste da delicadamente en la diana. En el gráfico se han cuidado los mínimos detalles:

La fotografía está centrada de tal modo que consigue meter al espectador en el centro de la escena en el primer golpe de vista. Los edificios envuelven de tal modo al observador que le convierten en un peatón neoyorquino esperando a que el semáforo se ponga verde, de regreso a casa después del trabajo.

La fotografía muestra un atardecer, y así se consigue armonizar la gama de colores de modo que brillan, pero no chillan. El gráfico muestra el momento exacto en el que termina el día y comienza la vida nocturna: luces que se encienden, nubes rosas, taxis rápidos, negocios que se cierran…

Así, pienso que este anuncio es una llamada a todos los cabizbajos a levantar la vista. Una llamada a mirar de forma diferente, a ver a Warhol frente a Degas o a Goya frente a Vermeer en los carteles publicitarios. Mirada alta, sí pero, cuidando el detalle de que a ningún observador se le pase la marca. En la esquina inferior derecha aparece la botella con el nombre inconfundible.

Con todos los detalles que se han cuidado en este anuncio no se necesitan grandes slogans; “In an Absolut World” y un pequeño suspiro; “Si todo fuese tan perfecto como Absolut Vodka”.

Por eso, pienso que sencillamente este anuncio funciona.